45 Días - 18 Meses
Comprendemos la disyuntiva en la que se ven los padres al separarse de sus hijos en esta etapa, dejándoles a nuestro cuidado. Por lo cual, atendemos y cuidamos a cada bebé con amor; los mantenemos al tanto de su bienestar, reiterándoles la confianza que depositan en nosotros para cuidar a sus bebés.
El APEGO, en esta etapa es primordial para poder desarrollar todas las habilidades propias de la edad. En esta primera etapa nuestro bebé crece más que en cualquier otra época de su vida. Entre los tres y los nueve meses, el bebé desarrolla la visión del color; reconoce objetos y los busca; observa las caras con atención, diferencía entre sonidos, las voces de mamá y papá, e inicia a desarrollar la sociabilidad. Su crecimiento general va en aumento, sostiene la cabeza estando en posición de gateo, boca abajo, trata de sostenerse usando los brazos, puede sentarse solo, rueda y controla mejor sus movimientos. Los lactantes aprenden con todo su cuerpo y sentidos, dentro del contexto de relaciones confiables.
Durante esta etapa los bebés muestran afecto hacia las personas que los rodean, es un periodo de APEGO importante, en la cual, empiezan a construir lazos emocionales y afectivos para construir su personalidad. Nos hacen saber con quién se sienten seguros y tardan un poco más para confiar en desconocidos; se voltea o aleja de una persona; inicia o evita el contacto con personas u objetos; se mueve con persistencia para alcanzar lo que quiere; inserta sus dedos en la boca; sonríe ante su propio reflejo; mueve los ojos, la cabeza o mano hacia el objeto deseado y repite una acción con el fin de aprender y empieza buscar el objeto escondido. Llora para expresar una necesidad y quiere ayudar en el proceso de cambio de pañal, de vestirse y de alimentarse, come con la mano, toma del vaso y sostiene un objeto. El bebé pasa un objeto de una mano a otro, se sienta por sí solo, gatea, trepa o se desliza, se pone de pie sosteniéndose de muebles y objetos alrededor, y logra estar parado sin apoyo, le gusta poner objetos en movimiento, le gusta la música, se balancea al ritmo y aplaude. Pasa del balbuceo a una sola palabra para referirse a una persona, animal, objeto o acción, responde a su nombre.
